Pero diversos estudios han desmontado este mito y aseguran que durante el embarazo, salvo excepciones y contraindicaciones médicas, la mujer mantiene sus capacidades para realizar actividades físicas supervisadas, no sólo ligeras o moderadas sino incluso de intensidad media-alta, y no exclusivamente en etapas tempranas del periodo de gestación sino hasta el final.
¿Cuáles son los beneficios de hacer deporte en el embarazo?
- Tonifica la masa muscular y ósea. Así se reduce la posibilidad de sufrir calambres y dolores. Además se consigue una mejor plasticidad muscular para abordar mejor el parto.
- Mantiene el equilibrio, la estabilidad y la movilidad. Con ello se minimizan los riesgos de caídas.
- Previene el sobrepeso. Y eso reduce el riesgo de malformaciones urinarias y diabetes gestacional.
- Mejora la circulación.
- Reduce la fatiga y la ansiedad.
- Regula el sistema digestivo.
- Se reduce en un 50% la posibilidad de sufrir diabetes gestacional y preclamsia.
En el bebé:
- Aumenta la capacidad del niño al estrés que supone el momento de parir.
- Se acercan más a su peso correcto y tienen menos grasa corporal.
- Los partos son menos problemáticos, con lo que el feto tendrá un menor sufrimiento fetal agudo y hay menos posibilidades de que sea prematuro.
- El deporte en mujeres embarazadas aporta una mejor capacidad intelectual al bebé.
Deporte y embarazo
Por ejemplo, caminar es el ejercicio más recomendable durante los meses de gestación. Además de fortalecer los músculos y controlar el peso, caminar ayuda a que el bebé se coloque en el sitio correcto para que el parto sea más sencillo y a que la recuperación postparto sea más rápida y sencilla.
¿Más deportes? Junto con la bici estática o elíptica, la natación y la gimnasia acuática son deportes recomendados hasta el final del embarazo, graduando la intensidad.
Los ejercicios en el agua para embarazadas son perfectos para trabajar todo el cuerpo, evitando molestias e incomodidades. Mejoran el tono muscular y estimulan la circulación, lo que ayuda a prevenir varices, hinchazón y calambres.
Y por último, yoga y pilates son dos disciplinas muy recomendadas para embarazadas. En el yoga se realizan movimientos suaves y controlados coordinados con la respiración, que facilitan la flexibilidad y la oxigenación del cuerpo. Y el pilates ayuda a ejercitar los músculos, facilita la relajación y prepara el cuerpo para el parto.
Por contra, es mejor evitar deportes de contacto como fútbol, baloncesto, karate, judo…, los que tienen riesgo de caída, como la equitación, esquí, patinaje y ciclismo y los de impacto, como el boxeo o el rafting.
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