Las proteínas de la leche de vaca son los antígenos que con mayor frecuencia producen reacciones de hipersensibilidad en los bebés, través de la leche materna o por la ingestión directa de la fórmula.
La leche de vaca contiene 20 proteínas sensibilizantes que se encuentran en las fracciones de suero y caseína e incluyen α-lactoalbúmina, β-lactoglobulina, inmunoglobulinas bovinas y alérgenos de caseína. La APLV provoca una reacción adversa generalmente provocada por caseínas: α-lactoalbúmina y β-lactoglobulina.
Esta alergia puede ser mediada por anticuerpos de tipo inmunoglobulinas E (IgE), no mediada por IgE o mediada por mecanismos mixtos.
Al igual que otras alergias alimentarias, la predisposición genética, las infecciones y la alteración de la microbiota intestinal, así como la primera exposición, la dieta materna, la transmisión del antígeno a través de la leche materna, la cantidad y frecuencia de la carga del antígeno son factores que promueven la tolerancia oral o sensibilización a la leche de vaca. Los órganos primarios de la alergia son el tracto gastrointestinal, la piel y el tracto respiratorio.
Manifestaciones
Según la severidad y el tiempo de la reacción, las manifestaciones clínicas pueden presentarse de tres maneras:
Inmediatas
Ocurren antes de 30 minutos y se caracterizan por la aparición de reacciones locales en la piel como urticaria, exantema, síndrome alérgico oral, angiodema facial, anafilaxia y elevación de la IgE.
Mediatas
Se dan tras unas horas y son generadas por reacciones no mediadas por la IgE, generalmente con síntomas gastrointestinales.
Tardías
Se presentan entre el día 1 y 5, y la participación de la respuesta mediada por la IgE es incierta, caracterizada por síntomas gastrointestinales, respiratorios o cutáneos, todos asociados a la IgE, y la hemosiderosis pulmonar, la malabsorción con atrofia de vellosidades, la proctocolitis eosinofílica, la enterocolitis y la esofagitis, no asociados a la IgE.
Diagnóstico
La leche de vaca de una forma u otra, es ingerida por los lactantes en cantidades superiores a las de cualquier otro alimento individual. Es importante tener en cuenta la edad de inicio, los síntomas que aparecen y la frecuencia, así como el tiempo de ingestión y el inicio de los síntomas, los detalles del tipo de alimentación y los antecedentes de atopia personal y familiar.
Es necesario, en caso de alimentación con lactancia materna, observar si la madre consume lácteos y sus derivados, dado que las proteínas pueden pasar de la leche de vaca a la leche materna, y dar una posterior exposición al desarrollo de la APLV.
Los síntomas y los signos de la APLV tienen una presentación amplia e inespecífica, lo que puede retrasar un correcto diagnóstico. Dicho diagnóstico implica una dieta de eliminación de 2 a 4 semanas y seguido una nueva exposición a la proteína de la leche de vaca.
Tratamiento de la APLV
La estrategia más segura es evitar la proteína de la leche de vaca.
En el caso de niños alimentados con leche de fórmula, se ha de buscar una sustituta que sea buena opción para el paciente en función de la edad y la historia de otras alergias alimentarias.
Las fórmulas que se encuentran indicadas en la APLV son aquellas que no generan una reacción en el 90% en los niños.
FAA: a base de aminoácidos libres. Se hallan libres de lactosa y son la mejor opción, por lo que se consideran de primera línea.
FEH: constan de procesos de hidrólisis enzimática, tratamiento térmico y ultrafitración; esto facilita que dicha proteína se forme por péptidos de cadenas más cortas.
Fórmulas de aminoácidos con suplementación de oligosacáridos de la leche materna: se encuentran en desarrollo.
Para aquellos que reciben lactancia materna exclusiva, el tratamiento implica la retirada de la dieta de la madre de todo alimento que contenga proteína láctea. Es necesario indicar la restricción de alimentos que contengan en sus rótulos información nutricional denominadas leche, suero de leche, sólidos de leche, caseína y caseinato. Al cumplirse los 6 meses, el proceso de introducción de alimentación complementaria deberá realizarse retrasando el consumo de comidas con contenido de proteína de leche de vaca.
Si tu hijo presenta APLV y necesitas ayuda, no dudes en contactarnos, nosotras estaremos encantadas de guiarte y ayudarte.
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