El embarazo es una época en la que se necesita mayor cantidad de muchos nutrientes.
La alimentación de la madre durante el embarazo es uno de los principales determinantes de la salud materno-fetal, por ello la elección de alimentos saludables va a ser primordial en esta etapa y llevar a cabo un adecuado aporte de nutrientes, vitaminas y minerales.
Debido a que las necesidades de algunos micronutrientes aumentan, es importante conocer cuáles son aquellos que tienen más importancia a la hora de suplementar en la gestación:
Ácido fólico o Vitamina B9
Es una vitamina que pertenece al grupo B y puede ayudar a prevenir problemas congénitos.
Durante el embarazo las necesidades aumentan de 400 microgramos/día a 600 microgramos/día. Es difícil obtener esta cantidad mediante los alimentos por lo que se debe tomar suplementación de ácido fólico.
El déficit de ácido fólico se relaciona con defectos del tubo neural, labio leporino, cardiopatía congénita, abortos espontáneos y niveles de homocisteína elevados, pudiendo ser la causa de efectos teratogénicos, desprendimiento prematuro de placenta y preeclampsia.
Es primordial la suplementación pero hay que tener en cuenta que el tubo neural se cierra antes del día 28 de la gestación, cuando a veces aún no se ha detectado el embarazo por lo que la administración de ácido fólico después del primer mes de gestación no servirá para prevenir defectos del tubo neural.
Yodo
Es esencial para la formación de las hormonas tiroideas, necesarias para el crecimiento y formación del feto, así como para regular el desarrollo del sistema nervioso y cerebro.
Las necesidades en la gestación aumentan y un déficit de yodo, se relaciona con: mortalidad neonatal, defectos de audición, disminución de la capacidad intelectual y crecimiento, aumento del número de abortos y anomalías congénitas.
No es necesaria la suplementación pero bien es cierto que hay que asegurarse de los niveles de yodo antes y durante el embarazo.
Hierro
Es un mineral importante para el crecimiento y desarrollo cerebral del bebé. Durante el embarazo la cantidad en sangre aumenta por lo que se necesita mayor cantidad de hierro para ambos.
Casi la mitad de embarazadas sufren anemia ferropénica (anemia por falta de hierro) y la deficiencia de hierro se relaciona con prematuridad, menos desarrollo físico y neurológico, enfermedades infecciosas…
Calcio
Las necesidades de calcio están aumentadas durante el embarazo y su deficiencia se ha asociado con bajo peso del bebé al nacer, prematuridad, mineralización ósea deficiente y preeclampsia (aumento de la presión arterial). La suplementación con calcio puede prevenir el parto prematuro y la preeclampsia.
Teniendo en cuenta que la absorción del calcio está aumentada en la gestación, no es recomendable la suplementación en madre que tienen una adecuada ingesta de calcio.
La recomendación es de 1,5-2 gramos/día (dividida en 3 dosis).
Vitamina D
La vitamina D ayuda al calcio a formar los huesos y dientes del bebé. La deficiencia se ha asociado con crecimiento intrauterino retardado, raquitismo, diabetes gestacional, parto prematuro y preeclampsia.
Dado que la vitamina D puede ser tóxica para la madre y el feto, no está recomendada la suplementación excepto en gestantes con baja exposición solar o con hipoparatiroidismo.
Es importante saber que todos los suplementos deben ser pautados por un médico o nutricionista que evalúe el estado en el que se encuentra la gestante, no se deben tomar suplementos por cuenta propia.
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