Seguro que muchas de vosotras habéis pasado o tenéis alguna familiar o amiga que haya tenido algún tipo de alteración hormonal, ¡O quizás estéis en ella!. La amenorrea, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y la endometriosis son 3 de las patologías más frecuentes en las mujeres y, sin embargo, a día de hoy todavía siguen siendo un tema tabú.

En el artículo de hoy os quiero contar de forma breve y práctica la causa de cada una de las tres enfermedades, cómo reconocerlas y tratarlas, ya que identificadas a tiempo y supervisadas por un profesional pueden ser eficientemente tratadas, evitándose así la carga emocional y fisiológica que tiene padecerlas.

Si tienes una amiga o familiar, e incluso tu misma, sabrás de que te hablo. Te sientes mal, distinta, incomprendida, desubicada… Todo esto afecta a tu estado de ánimo y a cómo estás con tu entorno (social y laboral). No te preocupes, es normal, ya que al afectar a la sexualidad femenina es un tema que no gusta hablar. Pero tranquila, hoy voy a intentar aportar un poco de luz y ofrecerte las herramientas para que puedas actuar.

AMENORREA

Qué es y causas

Empezamos por la amenorrea ya que el SOP y la endometriosis pueden cursar con amenorrea. El diagnóstico de ésta se da lugar cuando no hay menstruación, como mínimo, durante 3 ciclos seguidos. La amenorrea puede ser debida a multitud de causas, como son el uso de anticonceptivas u otro tipo de fármacos, alteraciones cardiovasculares, síndrome metabólico y obesidad, déficit calórico extremo con pérdida de peso brusca, demasiado ejercicio físico, estrés sostenido en el tiempo, depresión y tratamientos con antidepresivos o antipsicóticos, otras enfermedades (como el SOP, endometriosis, enfermedades de la tiroides), malformaciones congénitas…

De todas ellas, seguramente las que más conoceréis son un porcentaje bajo de peso y grasa corporal, en el cual el cuerpo entra en modo ahorro prescindiendo de funciones como son la ovulación (siendo muy común en anorexias y bulimias; demasiado ejercicio físico, ya que somete al cuerpo a un estrés extremo y riguroso, que suele ir acompañado con un gasto energético muy alto y bajo peso; y por último, y en relación con los dos anteriores, el estrés sostenido, afectando el funcionamiento del hipotálamo, zona del cerebro encargada de controlar la regulación de las hormonas del ciclo menstrual.

amenorrea

Síntomas

Como os he dicho en la sección anterior, el principal síntoma de la amenorrea es la falta de menstruación. Dicha falta puede causar síntomas asociados, sobretodo cuando es debida a una desregulación hormonal de la mujer causada por los factores mencionados anteriormente. Estos síntomas pueden ser cefalea, vello facial, acné, caída del pelo, inflamación del pezón… Sin embargo, como las causas pueden ser tantas, los síntomas asociados dependen mucho del tipo de amenorrea.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la amenorrea es “fácil”, ya que es la ausencia de la menstruación. Sin embargo, el diagnóstico de la causa de la amenorrea es lo que lo complica, siendo crucial para poder hacer un abordaje correcto y recuperar la menstruación. Normalmente, el profesional realiza un análisis de sangre y hormonas, y exploración de mamas y pelvis a través de la ecografía. Además también se hace un estudio de la paciente por si sufre de alguna enfermedad que se la pueda estar causando, como podría ser el SOP. Cuando no se detecta nada alterado, se suele asociar la amenorrea a estrés (amenorrea hipotalámica), déficit nutricional o exceso de deporte .

Aunque se suelan dar anticonceptivas, esto simplemente es un parche del problema, ya que se anula el ciclo hormonal natural. Cuando las causas son de tipo hipotalámico o nutricional, se debería recurrir siempre a estrategias naturales, como son un plan nutricional adecuado (ya sea para ganar o bajar peso, buscando una mejora de la composición corporal); disminuir la actividad de la paciente, en el caso de que sea excesiva; y ayudar a la paciente con estrategias y herramientas que puedan disminuir su estado nervioso, como puede ser meditación/yoga, o suplementación como la ashwagandha o la rhodiola rosea; y suplementos que puedan actuar sobre el eje hormonal: agnus castus, aceite de onagra, maca…

SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO (SOP)

sindrome ovario poliquistico

Qué es y causas

Este síndrome es el conjunto de alteraciones en el sistema hormonal (segregación incorrecta de la hormona LH y testosterona), metabólico (resistencia a la insulina, alteraciones en el metabolismo de la glucosa) y reproductivo (infertilidad), causando oligo- o anovulación, la mujer ovula muy poco o no ovula y alterando su ciclo menstrual, hiperandrogenismo y ovarios poliquísticos (aunque no en todas las mujeres). Como es un síndrome tan heterogéneo, se han llegado a identificar 4 tipos de SOP en función de la causa principal, siendo los más comunes el SOP causado por la píldora anticonceptiva y el SOP con resistencia a la insulina.

Síntomas

El SOP es muy difícil de identificar, ya que como hemos visto, tiene asociado un conjunto de trastornos que afectan a distintos órganos del organismo, dando lugar a una sintomatología muy variada y difícil de diagnosticar. Las mujeres que sufren SOP suelen tener principalmente alteraciones en el ciclo menstrual, como son ciclos muy largos o bien menstruaciones cada 8 – 12 semanas e incluso amenorreas de varios meses.

Además, presentan características androgénicas, como son la caída de cabello en la zona de la coronilla o las entradas, o bien generar excesivo vello corporal, así como sufrir de acné que puede llegar a causarles molestias y dolor.

Por último, y no menos importante, el estado de ánimo de estas mujeres es muy frágil y se altera con facilidad debido a las oscilaciones hormonales que sufre su cuerpo. La mujer de golpe se pone a llorar o bien entra en depresión, grita de ansiedad e ira… Agravando todavía más el cuadro del síndrome ya que, como he dicho al principio, suele llevarse como un tema tabú e infravalorado, cuando afecta dramáticamente a la calidad de vida de la mujer.

Diagnóstico y tratamiento

A día de hoy, todavía no hay un diagnóstico determinante para el SOP, dada a su complejidad, y debe de ser muy individualizado. Realmente, el profesional que diagnostica este síndrome tiene que hacer un estudio completo de la mujer: como son sus ciclos menstruales o si presenta amenorrea, la estabilidad de su estado de ánimo, si presenta o no características androgénicas, análisis sanguíneo y hormonal, tipo de alimentación y estilo de vida, etc. Y sí, también es importante mediante ecografía mirar si hay quistes en los ovarios, aunque no todas las mujeres con SOP los tienen, de ahí la importancia de no quedarnos con una mera ecografía ovárica cuando sospechamos de que existe un SOP. La formación y experiencia del profesional será lo que determine la detección de un SOP con precisión.

El tratamiento debe ser llevado a cabo por un profesional. Comúnmente se da la píldora anticonceptiva, pero realmente esto es un parche del síndrome ya que anula las hormonas y pasan a ser controladas por la pastilla anticonceptiva. La mujer vuelve a recuperar la regla, su estado de ánimo y ya no tiene características androgénicas, pero el problema orgánico sigue estando presente. Sin embargo, existe un tratamiento mucho más natural y efectivo, y es el cambio de hábitos nutricionales y de estilo de vida. Aunque siempre se debe individualizar, realizar un plan alimenticio saludable y bajo en hidratos de carbono (ya que las mujeres suelen presentar resistencia a la insulina) suele generar grandes resultados. Además, es muy recomendable realizar ejercicio de pesas, ya que el incremento de masa muscular va a permitir a la mujer ser más sensible a la insulina. Por último, existen una serie de suplementos naturales que pueden ayudar siempre y cuando se realice deporte y se lleve a cabo una alimentación saludable. Algunos ejemplos son: la berberina, el inositol, el agnus castus y el magnesio, los cuales ejercen efectos sobre el sistema hormonal, nervioso y glucídico.

ENDOMETRIOSIS

Qué es y causas

La endometriosis es una patología en la cual aparece tejido endometriósico característico del útero en otras zonas donde no debería estar, como son los ovarios, la vejiga y las trompas de Falopio, el cual tiene capacidad de vascularizarse en estas zonas y realizar funciones parecidas al uterino. En función de la cantidad y crecimiento de tejido extrauterino y de la presencia o no de quistes ováricos la endometriosis será más o menos leve.

Lamentablemente, a día de hoy todavía no se conoce la causa exacta que da lugar a dicha patología, denominándose así de tipo multifactorial. Sin embargo, sí que se han descrito distintos factores de riesgo que pueden predisponer a la mujer de sufrir endometriosis, como son factores de riesgo genéticos y epigenéticos, mala composición corporal asociada a unos hábitos alimenticios incorrectos y a baja actividad deportiva, ciclos menstruales cortos y de edad temprana y otras enfermedades asociadas, normalmente con alteraciones del sistema inmune.

Síntomas

Existe un gran número de mujeres que sufre de endometriosis y no lo sabe, ya que se han reportado varios casos de endometriosis asintomática. Este hecho y que dicha patología muestre un amplio abanico de sintomatología cuando se manifiesta (en número e intensidad), hace que sea difícil de asociar una sintomatología clara.

La infertilidad es uno de los síntomas más comunes, aunque no todas las mujeres con endometriosis son infértiles. Normalmente, las mujeres van a su ginecólogo ya que presentan mucho dolor durante sus menstruaciones, y cuando digo mucho dolor, ¡es muchísimo! Este dolor puede incluso irradiarse a las piernas y a la vejiga y prolongarse a otros momentos como es la ovulación. Se han descrito otros síntomas como son la incontinencia urinaria, problemas intestinales, pérdidas y sangrados, problemas de vejiga, fatiga y cansancio… Pero los más concluyentes son los dos anteriores.

Diagnóstico y tratamiento

Como bien podéis intuir después de leer sus síntomas asociados, la endometriosis va mucho más allá de alteraciones en el ciclo menstrual, ya que es una enfermedad que genera un estado de inflamación crónico en el cuerpo afectando a la fisiología y al estado emocional de la mujer.

A día de hoy, la laparoscopia es la única manera de diagnosticar 100% la endometriosis, la cual es un procedimiento invasivo que requiere de una extracción y análisis del tejido endometriósico extrauterino. Además, existen otras pruebas, como son el examen físico y la ecografía transvaginal para buscar zonas de tejido adherido y quistes, que aunque son menos resolutivas que la laparoscopia, pueden evitarla cuando el diagnóstico es claro. Estas últimas pruebas menos invasivas, acompañadas de un estudio de la mujer, su estado de ánimo y estilo de vida, sus menstruaciones y síntomas y el contexto genético, pueden evitar el uso de laparoscopia. Sin embargo, y como siempre digo, esto debe decidirlo un profesional.

Del mismo modo de que no se conoce la causa, tampoco hay una cura. El tratamiento de la endometriosis se debe hacer de forma muy individualizada abordando los distintos factores que pueden estar causando la patología. En la práctica clínica, la cirugía mediante laparoscopia, para extraer el tejido ectópico, y el tratamiento hormonal mediante pastillas anticonceptivas y los progestágenos para disminuir el dolor causado por el efecto de las hormonas, son los más utilizados. Sin embargo, ambos tratamientos no suelen garantizar su éxito 100%.

Por otro lado, y como he dicho anteriormente, la endometriosis puede verse agravada por el estilo de vida de la mujer, resultando así una herramienta para poder paliar y combatir la sintomatología: el dolor y la inflamación.

Realizar deporte es una de las mejores herramientas para fortalecer y regular el sistema inmune, además de que tiene una capacidad antiinflamatoria muy grande.

Por otro lado, la alimentación también es clave. Siempre de forma individualizada y con la ayuda de un profesional, se debe priorizar la alimentación saludable, que va a permitir al organismo funcionar correctamente y a tener un sistema inmune sano y equilibrado, así como disminuir alimentos que generan inflamación, como son el gluten, la lactosa, la caseína… e incluso realizar protocolos de dietas bajas en FODMAPs. Por último, suplementos como el zinc, el selenio y la cúrcuma pueden ejercer efectos beneficios sobre nuestro sistema inmune disminuyendo la inflamación y el dolor.

Y hasta aquí el post de hoy. Espero que os haya gustado y aportado la máxima información de la forma más sencilla y concisa. Las tres patologías darían para un artículo entero, pero quería ofreceros una herramienta rápida de consulta que os resumiera qué son, los síntomas y cómo tratarlas. Cómo veis, el sistema hormonal de la mujer es muy complejo y frágil, y es de los primeros que se altera cuando hay situaciones adversas, causando graves consecuencias en la fisiología de la mujer. Sin embargo, detectando el problema a tiempo y con un buen abordaje, se pueden prevenir, paliar e incluso curar, siempre bajo la supervisión de un profesional.

Cuida tu CUERPO, es el único sitio que tienes para VIVIR

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