Cómo muchas ya sabréis la encargada de producir la leche materna es la glándula mamaria. Este órgano se desarrolla de forma más compleja en la pubertad y en la mujer embarazada aumenta la producción de gotas de grasa y por tanto se eleva el tamaño de las mamas.

Cuando los niveles de progesterona son altos la glándula mamaria queda en reposo hasta el alumbramiento de la placenta.

Tras el parto, los niveles de progesterona disminuyen y es cuando comienza la producción abundante de leche. En la fase de succión dada por el recién nacido se mantiene la producción de leche.

Composición de la leche materna

La leche es un fluido que está formado por lípidos, proteínas e hidratos de carbono, así como por vitaminas y factores inmunológicos.

composición de la leche materna

El hidrato de carbono más abundante en la leche humana es la lactosa (disacárido formado por glucosa y galactosa) que representa el 90% de los hidratos de carbono de la leche materna. La lactasa es la enzima que se encuentra en las vellosidades intestinales y que es la responsable de hidrolizar la lactosa para facilitar la absorción.

La galactosa es un hidrato de carbono imprescindible para la elaboración de galactolípidos que son esenciales para el correcto desarrollo del sistema nervioso.

La leche humana tiene un componente proteico pequeño en comparación con la leche de otros animales.

Las proteínas que posee la leche de la mujer son homólogas, esto quieres decir que disminuyen el riesgo de reacciones alérgicas, a diferencia de la leche de vaca.
En las proteínas pueden destacar la caseína y la seroalbúmina; otras proteínas son la carnitina, taurina, aminoácidos libres y péptidos, en menor proporción.

Pasando a los lípidos, estos junto a los factores inmunológicos, son variables y sensibles al cambio.

La grasa es uno de los componentes más importantes y variables de la leche humana, ya que proporciona un 40/45% de la energía total que recibe el lactante.

Diversos estudios apuntan a que la cantidad de los lípidos de la leche materna dependen de la grasa acumulada durante la gestación, pudiendo verse influidos por la dieta materna o el peso corporal. La leche de madres que padecen sobrepeso u obesidad presenta menor cantidad de lípidos totales y mayor proporción de ácidos grasos saturados. Por ello, se observa que los lípidos son los componentes más influenciables por muchos factores y la obesidad/sobrepeso materno modifica de forma importante la composición de la leche y tiene consecuencias negativas para el bebé.

Sistema inmune

La diferencia en la concentración de anticuerpos de la leche materna es variable.

La IgAs (Inmunoglobulina A secretora) es el anticuerpo principal que le proporciona la inmunidad al lactante, y en valores más bajo están los IgG e IgM.

lactancia materna e inmunidad

El recién nacido, tiene un sistema inmune inmaduro y que está expuesto a gran cantidad de microorganismos desde el mismo momento del nacimiento.

La mayoría de infecciones que atacan a los seres humanos tienen como vía de entrada las mucosas, por lo que la capacidad inmunomoduladora que le confiere la leche materna al lactante es de vital importancia.

La leche protege al lactante de forma pasiva y activa ya que posee riqueza en inmunoglobulinas, lactoferrina, lisozima, citoquinas y otros factores inmunológicos que proporcionan inmunidad activa y promueven el desarrollo de la inmunocompetencia del bebé.

Además, se ha demostrado que niños que han sido alimentados con lactancia materna tienen un desarrollo neurológico más favorable y menos probabilidades de padecer diabetes y obesidad en un futuro.

Microbiota intestinal

La microbiota juega un papel importante a nivel nutritivo, metabólico, inmunológico y protector.

Ésta se establece a partir del parto, la lactancia y posteriormente por factores externos.

El tipo de alimentación ha demostrado que influye directamente en la composición de la microbiota. Los niños que son alimentados por leche materna presentan una microbiota más estable y uniforme, comparados con los que son alimentados por fórmula láctea. Esto tiene implicación en un futuro ya que la microbiota adquirida en la infancia temprana es crítica para determinar la respuesta inmune y la tolerancia; alteraciones del ambiente intestinal son responsables de inflamación de mucosa, patología autoinmune y desórdenes alérgicos en niños y adultos.

Por todo esto, la recomendación de salud pública mundial es la lactancia materna exclusiva los 6 primeros meses de vida del recién nacido.

En Clínica Verotraining son muchas las mamis que llevamos que dan lactancia materna, si quieres que te guiemos en esta etapa tan bonita no dudes en contactar con nosotras.

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