Nuestro intestino está formado por más de un trillón de bacterias, lo que equivaldría a un kilo de todo nuestro cuerpo. Por tanto, lo que tiene lugar dentro del intestino repercutirá en nuestra salud global.
Función de los probióticos en nuestra microbiota.
Cuando hay un desequilibrio en las bacterias que componen nuestra microbiota, tiene lugar lo que se conoce como disbiosis, una alteración de las paredes intestinales en las cuales aumenta la permeabilidad, haciendo más fácil la entrada de bacterias patógenas al torrente sanguíneo, lo que dará lugar a una serie de síntomas inespecíficos a nivel global en nuestro organismo.
Para evitar esto, es importante tener una cantidad suficiente de bacterias probióticas dentro de nuestro intestino, cuyas funciones son:
Inhibir los microorganismos patógenos
Favorecer la absorción de nutrientes
Ayudar a mantener la integridad de las paredes intestinales
Intervenir en los procesos de digestión de los tres principales macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas)
Regular el sistema inmunológico
Reducir los niveles de colesterol al hacer descender los niveles de LDL
¿Cómo podemos introducir probióticos en nuestra alimentación?
Podemos conseguirlo mediante el consumo de alimentos fermentados como:
Chukrut, que se obtiene mediante la fermentación de la col blanca o repollo.
Kimchi, que se obtiene mediante la fermentación de la col china.
Encurtidos, como pepinillos, cebolletas, aceitunas y zanahorias (procurar que sean en salmuera y no en vinagre, ya que es así como se produce la fermentación láctica).
Lácteos, como el yogur natural y el kéfir.
Bebidas fermentadas como la kombucha, un té fermentado a través de una colonia de microorganismos.
Cereales y legumbres, como la soja, el miso y el tempeh.
De estos alimentos, las bacterias de las que nos beneficiamos principalmente son Lactobacillus y Bifidobacterias, las cuales también podemos introducir en nuestro día a día mediante suplementos.
Pero ojo, no vale cualquier suplemento, es importante tener en cuenta la marca que lo fabrica, que lleven una mezcla de las 2 bacterias mencionadas para que se beneficien tanto el intestino delgado como el grueso y que las cepas que compongan el suplemento tengan respaldo científico.
Por todo esto, los probióticos deben estar presentes diariamente en nuestra alimentación, principalmente mediante la ingesta de los alimentos mencionados, y en caso de que fuese necesario valorar la suplementación.
Si no sabes por donde empezar, en el equipo Vero Training ¡estamos deseando ayudarte a que tu microbiota esté lo más contenta posible!
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