Los prebióticos son fibra dietética procedente de los carbohidratos que resisten a la digestión en el intestino delgado, llegando al colon, donde son fermentados por la microbiota intestinal aportando gran cantidad de beneficios para el huésped.

Cúal es la función de los prebióticos

Algunos de los elementos que hacen que un alimento sea considerado como prebiótico son la insulina, la oligofructosa, la lactulosa y el almidón resistente. Estos elementos son fibra dietética, y aunque todos los prebióticos son fibra, no toda la fibra actúa como prebiótico.

La diferencia entre una fibra prebiótico y una que no lo es, es que la primera ejercerá las siguientes funciones:

E

No ser digerible, para lo que deberá resistir a la acidez gástrica y no ser absorbida por el tracto gastrointestinal superior.

E

Es fermentada por la microbiota intestinal.

E

Estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas presentes en el colon como son los probióticos.

Siendo más concretos, los probióticos sirven de alimento para nuestras bacterias intestinales, de ahí la importancia de que estén presentes diariamente en nuestra alimentación.

alimentos prebióticos

Pero no solo eso, otras de las funciones atribuidas a los prebióticos una vez son fermentados en el colon son:

E

Reducción del daño a los colonocitos y mejora la integridad de la mucosa intestinal, reduciendo así la inflamación intestinal.

E

Esta primera función, mejora el sistema inmune reduciendo la reactividad inmunitaria.

E

Al mejorar la integridad de las mucosas, mejora la absorción de minerales como el hierro, el magnesio, el calcio, etc.

E

Aportan saciedad por lo que ayudan a la pérdida de peso.

E

Mejoran la regularidad intestinal previniendo el estreñimiento.

Alimentos que actúan como prebióticos

Los prebióticos se encuentran en alimentos basados en planta como son verduras, frutas y tubérculos.

Entre las verduras destacamos espárragos, cebollas, ajos, alcachofas, cardos, puerros y lechugas (importante no someterlos a tiempos de cocción largos y temperaturas elevadas).

De las frutas destacaríamos el plátano principalmente (evitando que esté muy maduro, cuanto menos maduro mejor) y la manzana.

En cuanto a tubérculos tenemos la patata y el boniato, los cuales se comportan como prebióticos gracias a su contenido en almidón resistente que se forma cuando los cocemos y los dejamos enfríar (esto es muy importante ya que si no se enfrían el almidón no cambiará).

Por último, tendríamos la avena, la cual, al igual que la patata y el boniato, nos aporta almidón resistente cuando es cocinada y enfríada, comportándose así como prebiótico.

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